La humanidad aún arrastra las consecuencias de las guerras pasadas

A menudo pensamos que las guerras ya han pasado. Sentir que la humanidad se ha elevado por encima de eso nos hace olvidar que las guerras siguen ocurriendo. Están a nuestro alrededor, sólo elegimos ignorarlas. Cuando se habla de la guerra, los occidentales creen que es algo que ha quedado atrás. Sin embargo, no está tan lejos. La humanidad sigue sintiendo las consecuencias de todas las guerras. Hay personas vivas que recuerdan esos días. Hay documentales segunda guerra mundial que atestiguan los terrores y las muertes durante el régimen de Hitler.  

documentales segunda guerra mundial

¿Es posible olvidar lo que pasó? ¿Desea la humanidad olvidar la historia y seguir adelante? ¿Cómo pueden las personas y sus hijos y nietos superar la muerte y la sangre? Es nuestra obligación moral recordar la historia para no repetirla. Tenemos la obligación para con nuestros hijos de hacerles conscientes de los errores de nuestros padres y abuelos y enseñarles a amar y comprender en lugar de enseñarles a odiar. Hay muchos museos en todo el mundo que atestiguan toda la tragedia y las pérdidas de la segunda guerra mundial. El mundo lo recuerda y lo guarda en muchos directorios y edificios nacionales. Uno de los más famosos es el instituto de historia y cultura militar situado en Polonia.

instituto de historia y cultura militar

Es un lugar donde se cuentan todas las historias. A diferencia de otros museos, este no cuenta sólo la historia de las víctimas, sino también la de los soldados. La Segunda Guerra Mundial es una historia trágica que determinó el destino de muchas personas en todo el mundo. Es la única guerra en la que se utilizaron armas nucleares. La gente lloró, gritó y murió. Podemos perdonar pero nunca debemos olvidar. Es uno de los periodos más complicados de la historia de la humanidad. Europa fue el país más afectado durante este proceso. Por eso, los habitantes de este continente tienden a revocar los recuerdos cada año para no olvidar lo sucedido. Para que los niños sean conscientes de lo sucedido y nunca subestimen el valor de la tragedia. 

Tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial comenzaron por razones absurdas. Igual que cualquier otra guerra en el mundo entero. Los conflictos políticos de larga duración se desencadenaron con un único acontecimiento. Tras el estallido del conflicto se produjo una avalancha de acontecimientos que causaron innumerables muertos y heridos. La crisis económica que siguió a las dos guerras mundiales mató a muchos más europeos porque no podían mantener a su familia y comprar cosas básicas para vivir. 

Pero, ¿qué ocurre exactamente en las guerras? ¿Quién sufre más? La gente inocente. Gente que no ha tenido nada que ver con la creación de la guerra. Se les hace luchar y morir por ideales y objetivos ficticios. Todas las guerras son absurdas. Está creada por la política e impulsada por la codicia. La gente inocente sufre mientras los ricos se enriquecen. Las madres lloran, los niños mueren. Las consecuencias aquí en Europa son todavía visibles, por lo que los europeos tienden a recordar estos acontecimientos. 

Esta es la razón principal por la que existe el instituto de historia militar en Polonia y muchos otros institutos y museos. Son un recuerdo que no debe olvidarse nunca para que no se repita, porque es cierto que sólo la gente que no conoce su propia historia tiende a repetirla. Y esto es parte de la historia que no queremos repetir nunca. 

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